miércoles, 30 de enero de 2008

Una historia real

El otro día estaba hablando con Amparo. Ella me contó una historia acerca de cuando vivío en el Salvador. Decía que cada día, cuando tenía que ir a su casa, bajaba por una calle hacia La Catedral, desde allí, cojía la guagua para ir hacia su barrio, después del trabajo.
La zona de Catedral, como así la llamaban, era una de las zonas mas conflictivas del Salvador, allí, se reunían los niños sin techo, que se dedicaban a pedir y a esnifar pegamento, para evadirse de su mala vida.
Un día, uno de estos niños la paró por la calle, y le dijo: - Maestra, regáleme un colón (el colón es la ex-moneda Salvadoreña, hoy en día es el dólar), ella le respondió que no tenía dinero. Entónces el niño se la quedó mirando fijamente a la cara y le dijo: - Entónces maestra, regáleme sus ojos.
Ella le dijo que si le daba sus ojos, no podría ver, a lo que el niño respondió:
- Yo le daré los míos para que usted pueda ver.

No hay comentarios: