viernes, 25 de enero de 2008

Las 7 nuevas maravillas del mundo.

Hola a todos, hoy he estado visitando una página que hablaba de las 7 nuevas maravillas del mundo, y de esa elección que se hizo hace unos meses en la ciudad portuguesa de Lisboa. Me han fascinado las imagenes (por algo son consideradas maravillas), y el poder leer parte de la historia de estas creaciones del ser humano. Os lo traslado aquí para que vosotros también podais deleitaros con ellas. Un abrazo.

RIO DE JANEIRO: EL CRISTO REDENTOR.

Símbolo del Amor y una llamada a la fraternidad. Este colosal Cristo, de 38 metros de altura y 1.145 toneladas de peso, es el orgullo de todos los brasileños, sean del origen y la casta que sean, pues desde su cerro los abraza y protege con ese gesto que tan famoso ha hecho su silueta de brazos abiertos. Y allí, desde el Corcovado, el más imponente cerro que rodea a Río de Janeiro, a 750 metros de altura, y con las famosas playas de Copacabana, Ipanema, Leblon, Barra do Tijuca y Sao Conrado, a sus pies, el Cristo Redentor parece llamar al mundo a la Paz, al Hermanamiento y al Amor.

Aún cuando la idea de este monumento ya surgió a mediados del siglo XIX, no fue sino hasta el año 1921 en que se llevó a efecto, no sin antes una gran discusión sobre en cuál monte debería ir situado: si el Pan de Azúcar o el Corcovado. Finalmente se eligió éste último por su mayor altura.
Con los esquemas del ingeniero Heitor Da Silva Costa, y la financiación de todos los brasileños, en 1922 se colocó la primera piedra. Carlos Oswald aportó sus diseños, y la imagen es obra del francés Paul Maximilien Landowski. Su inauguración, al fin, se produjo el 12 de Octubre de 1.931, y contó con la excepcional colaboración de Marconi, el famoso físico italiano que obtuvo el premio Nobel de Física.
Para llegar a él, podemos llegar, bien por carretera, bien por un tren electrificado que se inauguró en 1889 por el emperador Pedro I.
75 años cumplió en el 2006. Años durante los que puede contar innumerables anécdotas, como la que se dio con los bocetos originales, cuando se planteó la posibilidad de que cargara el Cristo con una Cruz y un Globo Terráqueo, idea que se desechó para evitar que se pensara que se trataba de un Cristo “futbolista”. O como aquélla otra en que el Obispado de Río de Janeiro decidió denunciar a varias empresas que utilizaban la imagen del Cristo en latas de cervezas y otros artículo, para evitar que su imagen perdiera religiosidad.


Su iluminación, de color gris verdosa, intentó cambiarse a azul hace unos años, pero fueron tales las lluvias torrenciales que se produjeron durante su inauguración, que tuvo que ser aplazada, y por superstición, se pensó que el Cristo se negaba a que lo cambiaran. Por otro lado, en el año 2.000, y durante un periodo de fuertes recortes eléctricos, el Cristo redentor fue el único que no sufrió ninguna restricción lumínica, permaneciendo iluminado en todo momento.


EL TAJ MAHAL.


Lloraba un alma enamorada

lágrimas, dolor, pena, llanto

un corazón entona su triste canto

una mano, cansada, tras su ventana cerrada

Allí desde su palacio, desde su ventana

admira aquella lágrima blanca

poesía hecha arte, arte que la pasión arranca

para ti, mi amada, mi esposa, mi alma hermana

… y es que el Taj Mahal es eso: poesía hecha arte, un canto al amor, una obra sublime que sólo un alma enamorada sería capaz de ofrecer al mundo. Allí, justo sobre el pórtico de entrada, se pueden leer unos versos del Corán que describen el paraíso, que te dan una idea de lo que nos vamos a encontrar y de lo que vamos a sentir. La historia que se esconde entre sus muros y jardínes. La historia del emperador Sha Jahan.

Sha Jahan conoció a su amada Arjumand en un bazar donde ésta vendía cristales. Admirado por su belleza, no fue capaz de dirigirle la palabra en un primer momento; perseguidos por los ejércitos de su padre, el Emperador, por culpa de esa relación, tras dos esposas y cinco años desde aquel primer encuentro, se unieron en matrimonio. Arjumand pasó a ser conocida como Mumtaz Mahal, “la elegida del palacio”. Durante años fueron una pareja enamorada, que vivían el uno por el otro; ella era su acompañante fiel en todas sus campañas; él la colmaba de regalos, de detalles, de flores, de diamantes. Tras la muerte del emperador Jehangir, Sha Jahan ocupó el trono. Dos años más tarde, en 1630, sobrevino la tragedia…

En plena campaña militar en Burhanpur, al nuevo emperador le avisaron de que el 13º parto de su esposa se complicaba. Sha Jahan corría desesperado hacia su tienda, con el tiempo justo de cogerle la mano y darle su último adiós. El emperador ya no volvió a ser el mismo. Se recluyó en el Fuerte Rojo, en la orilla izquierda del rio Yamuna, y allí pasó, encerrado por su hijo, los últimos años de su vida, abandonando el Imperio en manos de sus sucesores. Frente al Fuerte, visible desde todas sus ventanas, y al otro lado del río, mandó construir el más impresionante Mausoleo que jamás mente humana pudiera concebir. Los mejores constructores, los mejores obreros, las mejores joyas, las mejores piedras… todo era poco para el lugar de reposo de su amada; incluso, se desvió el Yamuna para que el Taj Mahal pudiera reflejarse en sus aguas. Y allí, tras dos décadas de construcción, en el 1648, fue enterrada su amada Mumtaz Mahal. Y allí, junto a ella, fue enterrado años después el propio emperador para que reposaran siempre juntos eternamente.

En su interior, desgraciadamente, la verdadera cámara donde yacen ambos, no es visitable; sólo se pude visitar una primera cámara funeraria, muy grande, con cristaleras que juegan con los colores de los rayos de sol que por ella entran. Dentro, la visita es corta, y es que el sueño verdadero, la imagen que siempre recordaremos está en el exterior…

No hay comentarios: