El país en el que vivimos cada día me sorprende más. Bajo la bandera de la libertad y los ideales de igualdad, libertad y justicia, una vez mas vemos como nos pasamos por el gorro todo lo que hemos conseguido despues de cuarenta años de dictadura.
Esta vez se trata de un tema controvertido, al menos desde hace unos años, la inmigración. En un afán idealista y simplón, a nuestro querido poder ejecutivo no se le ocurre nada mejor que "invitarlos" a marcharse a casa con cuatro perras en el bolsillo si prometen no volver en tres años. Ante esta crísis económica mas que evidente, que nuestro presidente se esfuerza en maquillar a toda costa, a estos pobres pretenden quitárselos de enmedio otorgándoles el subsidio por desempleo si se marchan a su país (como si no fuese un derecho que les corresponde por haber estado trabajando en nuestro país) se lo ofrecen como un regalo a cambio de que renuncien a todo aquello por lo que tanto han luchado.
Pretenden, además, que se marchen de manera voluntaria, renunciando a sus permisos de residencia y trabajo. ¿Quien va a ser tan completamente irracional como para hacer eso?. Señores, esta gente viene a nuestro país desesperada, en condiciones inhumanas, y una vez que están aquí, ¿creen que realmente se van a vender tan barato?. No creo que en sus países de orígen la situación sea mejor que aquí, aunque estemos en crísis.
Seguramente habrá quien piense lo de siempre, que nos quitan el poco empleo que tenemos, pura demagogia y falsedad, pues sabemos de sobra que la mayoría de los empresarios los explotan por cuatro duros y además a saber en que condiciones. Así que por favor, menos demagogia y más solidaridad, que los valores de nuestra constitución se vean reflejados realmente por el pueblo que algún día podríamos llegar a ser.
Un saludo
Algún día se acabarán todas las fronteras.


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