En un rinconcito de mi memoria se encuentran guardadas aquellas historias del pasado. Historias que hablan de mi misma, de nosotros, de ellos... De tantas cosas que han pasado en estos años.
Ayer lo hablabamos en aquella cafeteria tan mona. ¿Te acuerdas de aquella vez que me levante a las 6 de la madrugada para irte a buscar al aeropuerto?. Era Enero, del 2006, hacía un frío que helaba los huesos... Ese frío de Málaga que te cala hasta el alma aunque lleves el abrigo mas grueso.
Mentí a mi madre, como tantas otras veces, ¿Crees que me habría dejado coger el coche a las 7 de la mañana, sola y con poco tiempo de carnet para ir a un sitio al que casi ni sabia llegar? ni de coña. Así que le dije que tenía un examen a primera hora y que tenía que irme temprano.
Casi no llego, el aeropuerto de Málaga es un caos, pero conseguí aparcar. Y allí estaba yo, con mi jersey de rallas, muerta de frío, comiendome un plátano congelado, y esperando, esperando... Cuando se abrieron las puertas y te ví llegar, con tu maleta, fue tan grande lo que sentí... Entónces supe que eso tenía que ser amor, que sensación tan increible, aunque fuese momentánea, uno de los mejores momentos de mi vida...
Ahora, cuando miro hacia atrás y busco en esos pequeños recovecos de mi memoria, me invade una sensación increíble al recordar todos esos momentos, y ver que aún seguimos juntos.
Muchos besos cariño
Noe
1 comentario:
Cariño, aquel fue para mí, sin duda alguna, un encuentro tremendamente alegre, pero de lo que más me siento satisfecho es de poder decir que cada segundo que paso contigo, es un regalo incalculable.
Gracias por los segundos de felicidad diaria que me regalas. Te adoro.
Publicar un comentario