martes, 17 de abril de 2007

Buenas noches mis queridos compañeros de travesía, como os he contado en otras ocasiones, me gustaría que este portal fuese un camino abierto en el que todos podamos opinar y compartir sentimientos. Por eso, esta noche y gracias a la colaboración del que comienza a ser un amigo, os regalo estos pensamientos:

Un murmullo, casi un llanto, se cuela por las rendijas de mi desvencijada ventana rompiendo mis pensamientos. Es el viento que intenta hablarme en esta tarde gris. Cierro los ojos para prestarle toda mi atención, dejando que me acaricie con su ondulante sonido pero, de pronto, es interrumpido por el silencio y los pensamientos vuelven a ocupar mi soledad.


Si hubiese podido dilatar aquel instante ahora el viento no se sentiría incomprendido.

¡Mira como se lo lleva todo furiosamente a su paso!


Gracias Daniel por tus palabras, que nos llevan a la reflexión.

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