viernes, 16 de marzo de 2007

A quién quiero engañar, si ya sé como termina el cuento...


Ayer llegué de nuevo a mi ciudad, esa Málaga que me vió nacer y de la que me siento, en parte, hija. Tras casi dos horas de vuelo y con una temperatura ambiente de unos 19 - 20 grados cuando salí de la isla, no quería ni pensar en los 6 graditos que hacía en el aeropuerto de Málaga a las 7 de la mañana. Aunque ya nada me importaba, tan sólo sentía unos enormes deseos por volver a abrazar a mi madre, sentir los colores, sabores, olores de mi maravillosa ciudad.


Cuando salí a la calle, lo observaba todo, buscando las novedades, como un niño pequeño al que por primera vez llevan a la ciudad y mira todo con sorpresa y admiración. Málaga esta preciosa, parece una moneda nueva que brilla bajo el sol. Dicen que todas las novedades se deben a la inminente cnadidatura de la ciudad a la capitalidad cultural del 2016. Sea por el motivo que sea, ella está preciosa y luce mejor que nunca.


Yo sé que tan sólo serán unas semanas, ya sé como termina el cuento, por eso comparto hoy con uestedes esos inolvidables días en los que estoy reviviendo, gracias a familia y amigos, aquellos viejos tiempos, sentados en la terraza de aquel bar, en los que vivimos tantos recuerdos, que siempre se quedarán con nosotros.

1 comentario:

Unknown dijo...

Para ti ese cuento llegará a su fin con desgana y tristeza, pero para otros, ese final, propiciará de nuevo las ganas de vivir, de levantarse cada mañana y de compartirlo todo, contigo mi amor.
Cuento los movimientos de las agujas que al reloj le quedan para volverte a ver. Te quiero.